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Consejos para adultos mayores de 45 años que vuelven a estudiar
02Sep

Consejos para adultos mayores de 45 años que vuelven a estudiar

Volver a estudiar a los 45 años o más puede ser una decisión transformadora y enriquecedora.

Para muchos adultos, la idea de acceder a la universidad después de una larga pausa académica puede ser tanto emocionante como desafiante. Si estás considerando el acceso a la universidad para mayores de 45 años, es importante estar bien preparado para enfrentar el proceso de admisión y las exigencias académicas que conlleva. Este artículo te guiará a través de los pasos esenciales para prepararte eficazmente para el acceso a la universidad a esta edad, cubriendo desde la preparación inicial hasta la adaptación al entorno universitario.

Comprender el proceso de admisión

Antes de comenzar cualquier preparación, es crucial comprender cómo funciona el proceso de admisión para mayores de 45 años. En España, este proceso varía ligeramente según la universidad, pero generalmente implica una serie de requisitos y pruebas específicas. Algunas universidades permiten el acceso directo a los mayores de 45 años basándose en la evaluación de sus experiencias y conocimientos previos, mientras que otras pueden exigir que realicen una prueba de acceso.

Investiga los requisitos específicos de las universidades a las que estás interesado en postularte. Asegúrate de conocer los plazos de solicitud, los documentos necesarios y los posibles exámenes o entrevistas. Puedes obtener esta información directamente en las páginas web de las universidades o contactando con sus oficinas de admisión.

Evaluar tu situación actual y establecer metas

Antes de embarcarte en el proceso de admisión, haz una evaluación honesta de tu situación actual. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que dejaste el entorno académico? ¿Qué conocimientos y habilidades has adquirido en tu carrera profesional que puedan ser relevantes para tus estudios futuros? Establecer metas claras te ayudará a mantener el enfoque y la motivación a lo largo del proceso.

Define qué carrera universitaria te interesa y por qué. Reflexiona sobre cómo esta decisión se alinea con tus objetivos profesionales y personales. Tener una visión clara de por qué deseas volver a estudiar te proporcionará una motivación constante y te ayudará a superar los desafíos que puedas encontrar en el camino.

Actualizar tus conocimientos académicos

Dependiendo del tiempo que haya pasado desde que dejaste el colegio o la universidad, es posible que necesites actualizar tus conocimientos en ciertas áreas. Revisa los temarios de las asignaturas que estudiarás en la universidad y determina cuáles son las áreas en las que necesitas reforzar tus conocimientos.

Para actualizar tus conocimientos, puedes optar por varias estrategias. Centros de estudio como Atenea pueden ayudarte a refrescar todos estos conocimientos.

"Volver a estudiar a los 45 años o más puede ser una decisión transformadora y enriquecedora. La clave está en estar bien preparado para enfrentar el proceso de admisión y las exigencias académicas que conlleva."

Prepararse para los exámenes de acceso

Si la universidad a la que deseas acceder requiere que realices un examen de acceso, es fundamental prepararse adecuadamente. Estos exámenes pueden variar en formato y contenido, por lo que es importante familiarizarte con el tipo de preguntas y temas que se incluirán.

Adquiere materiales de estudio específicos para el examen de acceso. Muchos libros y recursos están diseñados para ayudar a los candidatos a prepararse para estas pruebas, proporcionando ejercicios prácticos y simulaciones de exámenes. También puedes considerar tomar un curso preparatorio especializado, que te proporcionará una guía estructurada y apoyo adicional.

Desarrollar habilidades de estudio y organización

Volver a estudiar después de un largo periodo puede requerir la adaptación a nuevas técnicas de estudio y organización. Desarrollar habilidades de estudio efectivas es clave para gestionar el tiempo y absorber la información de manera eficiente.

Establece un horario de estudio regular que se adapte a tu rutina diaria. Considera dedicar tiempo específico para cada materia y utiliza técnicas de estudio como la elaboración de resúmenes, la realización de mapas mentales y la práctica con ejercicios. La técnica Pomodoro, que consiste en estudiar durante 25 minutos y luego tomar un breve descanso, puede ser útil para mantener la concentración.

Encontrar recursos y apoyo

La preparación para el acceso a la universidad puede ser un desafío, especialmente si estás volviendo a estudiar después de muchos años. Buscar apoyo y recursos adicionales puede ser de gran ayuda. Existen grupos de estudio y comunidades en línea donde puedes conectar con otros adultos que están en la misma situación. Compartir experiencias y consejos con otros puede proporcionarte una perspectiva valiosa y motivación adicional.

Además, considera la posibilidad de buscar asesoramiento académico. Muchas universidades ofrecen servicios de orientación y apoyo para adultos que desean regresar al estudio. Estos servicios pueden incluir asesoramiento sobre la selección de cursos, estrategias de estudio y adaptación al entorno académico.

Adaptarse a la vida universitaria

Una vez que hayas sido admitido en la universidad, el siguiente desafío será adaptarte a la vida académica. Volver al entorno universitario puede ser una experiencia enriquecedora, pero también puede presentar desafíos únicos, especialmente si estás compitiendo con estudiantes más jóvenes.

Es importante desarrollar una mentalidad abierta y estar dispuesto a aprender y adaptarte a nuevas formas de aprendizaje. Participa activamente en clases, haz preguntas y busca oportunidades para involucrarte en la comunidad universitaria. La capacidad para adaptarse y aprovechar al máximo los recursos disponibles puede mejorar significativamente tu experiencia universitaria.

Equilibrar estudios y responsabilidades

Si estás regresando a la universidad a una edad más avanzada, es probable que tengas responsabilidades adicionales, como trabajo, familia u otras obligaciones. Aprender a equilibrar tus estudios con estas responsabilidades es crucial para el éxito académico y personal.

Considera la posibilidad de comunicarte con tu empleador sobre tu situación y ver si hay opciones para ajustar tu horario de trabajo. Si tienes una familia, trata de organizar el tiempo en torno a tus estudios de manera que todos en el hogar estén al tanto de tus compromisos académicos. La planificación y la comunicación abierta son claves para gestionar múltiples responsabilidades de manera efectiva.

Aprovechar la experiencia y el conocimiento previo

Uno de los grandes beneficios de volver a estudiar como adulto es la experiencia y el conocimiento previo que aportas. Utiliza esta experiencia a tu favor en tus estudios universitarios. A menudo, la experiencia laboral y la vida diaria proporcionan una perspectiva valiosa que puede enriquecer tu comprensión de los temas académicos.

Participa en discusiones en clase y comparte tus experiencias cuando sea relevante. Esto no solo te ayudará a conectar mejor con el material, sino que también te permitirá contribuir de manera significativa al entorno académico y a las discusiones grupales.

"Aprovechar la experiencia y el conocimiento previo es uno de los grandes beneficios de volver a estudiar como adulto. Utiliza esta experiencia a tu favor en tus estudios universitarios para enriquecer tu comprensión y contribuir significativamente al entorno académico."

Mantener una actitud positiva y resiliente

El regreso a la universidad puede ser un proceso desafiante, pero mantener una actitud positiva y resiliente es fundamental para superar los obstáculos que puedas encontrar. Acepta que habrá momentos difíciles y que la adaptación puede llevar tiempo, pero también celebra los logros y avances que consigas en el camino.

Rodearte de una red de apoyo, que puede incluir amigos, familiares y compañeros de estudios, puede proporcionarte el ánimo necesario para seguir adelante. La resiliencia y la actitud positiva no solo te ayudarán a superar los desafíos académicos, sino que también te permitirán disfrutar y aprovechar al máximo la experiencia universitaria.

Regresar a la universidad a los 45 años es una decisión valiente y enriquecedora. Con la preparación adecuada y una actitud positiva, puedes enfrentar este desafío con éxito y alcanzar tus objetivos académicos y profesionales.

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